David llevaba viniendo a Salamanca de manera prácticamente ininterrumpida desde hace dos décadas. A lo largo de ese lapso los lazos de colaboración y, sobre todo, de amistad se tejieron en numerosas dimensiones y entre muy distintas personas. De las relaciones académicas surgió una muy fructífera entre la Universidad de Salamanca y Boston University, su Universidad, con frecuentes pasantías de profesoras nuestras de las que hoy me vienen a la memoria Flavia Freidenberg, Fátima García Díez y Mar Martínez Rosón, también realizaron estancias doctorandos, el último José Manuel Rivas Otero.

 

Salamanca recibió igualmente a estudiantes enviados desde Boston, el más reciente Baltasar Granucci. Pero fueron los numerosos vínculos de amistad, generados con estudiantes, profesores, tanto locales como visitantes, y con vecinos de la ciudad los que marcaron con más fervor la presencia de David en Salamanca.

 

Su presencia en el Instituto de Iberoamérica y en el Área de Ciencia Política traía siempre aires de cordialidad y de sabiduría. La generosidad en su tiempo se vinculaba con su proverbial gusto por la conversación. Su permanente curiosidad le hacía pasar sin discontinuidad de docente a alumno. Preguntaba lo que no sabía con un aire de estudiante inquieto. Su mirada brillante establecía complicidades intelectuales de inmediato. Pocas veces se dejaba llevar por la melancolía, ni siquiera a la hora de hablar de baloncesto. Hoy recuerdo cómo compartimos en mi casa, donde él y Diane se encontraban alojados, al despertarnos el 11 de marzo de 2004, el furor de la barbarie que él tanto había conocido tiempo antes en Perú.

 

Este año, su participación estaba prevista para impartir en la primera semana de abril su habitual curso sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Los alrededores de la primavera eran su momento favorito para venir a Salamanca. Sin embargo, una repentina dolencia le llevó a cancelarla. Con su proverbial gentiliza, cuatro semanas antes mandó un sencillo mensaje que no me resisto a transcribirlo:

 

Lamento mucho que tenga que retirarme de mi participación en el PEA en abril. Ayer me avisó el médico, después de varias pruebas, que necesitaba con urgencia una intervención médica con estadía en el hospital para tratar el problema, seguido por un periodo bastante extendido de recuperación en casa.
Por supuesto, fue una sorpresa muy ingrata después de décadas de buena salud. Como puedes apreciar, me está forzando de cancelar varios viajes y actividades en las semanas que vienen, incluyendo la muy deseada visita a Salamanca y el Instituto.
Recién en mayo, me dicen, si todo va bien en la recuperación, puede ser factible retomar un reducido ciclo de actividades profesionales.
Lo siento mucho la necesidad de mandarte éstas malas noticias, pero espero que te llegue con suficiente anticipación para no causar mayores dificultades administrativas.

 

El pasado 26 de abril me escribía diciéndome que, aunque las semanas anteriores había sido difíciles, esperaba mejorar pronto. Pero un agravamiento de su estado precipitó su final que aconteció tres días más tarde.

 

David Scott Palmer era Doctor en Ciencia Política por Cornell University (1973), Máster en Standford University (1962) y B.A. en Dartmouth College (1959). Era Profesor de Relaciones Internacionales y de Ciencia Política en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Boston desde1988 habiendo sido también en varias ocasiones director de su Programa de Estudios Latinoamericanos y co-director de su Programa de Verano Perú. Sus numerosas publicaciones se centraron en el terreno de las relaciones internacionales, la política comparada y Perú, país que conocía desde la década de 1960 cuando hizo su primera estancia con el Cuerpo de Paz en Huamanga y que fue objeto de su participación en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Su última publicación fue Power, Institutions, and Leadership in War and Peace: Lessons from Peru and Ecuador, 1995-1998, Texas, 2012, paperback edition, 2013 (con David Mares). Traducida al español en 2014 como Poder, instituciones y liderazgo en la paz y la guerra: Aprendizajes de Perú y Ecuador (1995-1998), Atrio, Quito, Ecuador. Desde 2017 era Miembro Honorífico del Instituto de Estudios de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca.

 

Sirvan estas líneas, en representación de sus amigos y discípulos salmantinos, para brindarle merecido homenaje por su bonhomía y profesionalidad, y para transmitir a Diane y a sus hijos y nietos nuestro más sentido pésame.

 

Manuel Alcántara Sáez